El reloj astronómico de Praga

El reloj astronómico es sin duda una de las mayores atracciones turísticas de Praga.
Pero ¿cuál es su historia? Ésta se la quisiera contarles en este post.
El reloj astronómico de Praga es el tercero más antiguo de Europa. Más antiguo es solamente el reloj de la ciudad italiana Padua (1344) y de la ciudad francesa Strassburgo(1352) pero el nuestro de Praga se ha conservado en el mejor estado de los tres mencionados.
Es obra del aňo 1410 hecha por el maestro relojero Nicolás de Kadaň según el proyecto del profesor de matemáticas y astronomía Juan Šindel.
Durante su historia de más de 600 aňos el reloj ha pasado por varias restauraciones e inovaciones. En el aňo 1490 lo arreglaba el seňor Hanus que lo complementó también con el calendario. Éste fue el maestro Hanus del que existe hasta hoy la leyenda de que los concejales decidieron encegarlo para que no pudiera repetir la obra en ningún otro sitio.
Recién en los aňos 1552-1560 se pusieron en el reloj las figuritas que se mueven: el esqueleto, el turco, la vanidad (mirándose el espejo) y la avaricia (con la bolsita de dinero en sus manos). En épocas que siguieron el interés por el reloj ha decaído notablemente y sólo gracias al meteorólogo Antonio Strnad pudo haber sido salvado y reconstruido.
El mayor deterioro sufrió el reloj astronómico durante la revolución del mayo del aňo 1945 cuando fue seriamente daňado.
El reloj tiene tres partes. La más interesante y a la vez la menos comprensible es la parte astronómica que enseňa la posición del sol y la luna, los ciclos astronómicos y muchas cosas más.

En la parte baja del reloj ya está la parte del calendario que con los signos de horóscopo y diferentes días del aňo ya es más fácil de entender.

En cada hora en punto el reloj muestra a las multitudes de los turistas un pequeňo espectáculo: Se abren las dos ventanitas azules en la parte superior del reloj por las cuales empiezan a desfilar los 12 apóstoles. A la vez que desfilan los apóstoles, se mueven también las 4 figuritas abajo: la muerte, el turco, el esqueleto y la avaricia. Al terminar de desfilar los apóstoles, canta el gallo dorado encima de las ventanitas y toca la hora. Este espectáculo no se pierden anualmente más de 5 millones de turistas. No se lo pierdan tampoco y vengan a Praga.

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