Ciudad Pequeňa o Malá Strana en checo debe su nombre a su extensión pues es la parte histórica más pequeňa de la ciudad. Cuenta tan solo con 475 casas y 1,4 km cuadrado.
Eso implica que no hay tanta oferta de restaurantes como en la ciudad vieja y para que no arriesguéis y no terminéis en un lugar tramposo para los turistas, os apunto a continuación los lugares que a mí me gustan de este barrio y donde voy a comer yo a menudo.
Malostranská beseda
c/ Malostranské náměstí 35/21
El restaurante está situado en el ayuntamiento de la Ciudad Pequeňa - el tercero desde la fundación del barrio. El edificio es fácil de reconocer por su fachada manierista o sea del estilo renacimiento tardío y por la tres torres cubiertas de cobre.
El estilo de la gastronomía del restaurante que se encuentra en su planta baja (al entrar a la izquierda) se basa en los fundamentos de la cocina checa, sirviendo platos y comidas más pequeños adecuados para la cerveza, platos preparados clásicos, pero también platos vegetarianos y platos basados en los fundamentos de la alimentación racional. Además, se sirve cerveza de tanque Pilsner Urquell perfectamente tratada. Aquí recomiendo probar el tradicional platillo svíčková o goulash, si no les gusta la carne pueden probar la versión local del plato de lentejas.
U Glaubiců
c/ Malostranské náměstí 266/5
Al visitar este restaurante uno experimenta literalmente un viaje en el tiempo desde el presente hasta el siglo IX. Las bodegas góticas se mencionan históricamente por primera vez en 1389. La primera persona que elaboró cerveza en estas instalaciones fue el cervecero Lukas en 1521. En 1585, la casa recibió el nombre de U Zlatého Stromu (En el árbol dorado), que volvió a cambiar tres décadas más tarde, cuando el entonces alcalde de Praga Baltazar Glaubic y su esposa Zuzana compraron la casa y en 1615 le dieron el nombre de U Glaubiců, que se sigue utilizando en la actualidad.
En 1804, el famoso arquitecto Palliardi creó, entre otras cosas, la fachada de la casa que da a Malostranské náměstí, que ha permanecido inalterada hasta nuestros días. En 1984, la Casa Glaubic tuvo que cerrarse debido a su estado ruinoso y, tras una exitosa reconstrucción completa, se reabrió oficialmente en 1998 en presencia del entonces alcalde de Praga.
La gastronomía es puramente checa desde los entrantes, sopas hasta los platos fuertes y postres. Icónico es el pato asado servido col fermentada y "knedlík".
PORK´s - el lugar del mejor codillo de Praga
c/Mostecká 47/16
Este restaurante es históricamente el más joven pero se ha ganado pronto muchísimas popularidad entre clientes locales igual que extranjeros.
Como el mismo nombre del lugar indica, se especializa ante todo en platos de carne de cerdo. La realidad es que ofrece solo 4 platos fuertes pero los 4 merecen la pena probarlos si es que les gusta la carne de cerdo.
El plato estrella es el codillo de cerdo asado servido con mostaza y col de precio unos 20 eur pero sinceramente creo que es para dos personas. Otro plato estrella son las costillas de cerno asadas marinadas anteriormente en una salsa secreta y si se les antoja un plato de fritura pues la milanesa o filete de cerdo rebozado frito servido con la ensalada de patatas es una delicia.
En fin, este restaurante no me lo perdería!