La llamada iglesia floral crece cerca de la colina Helštýn, cerca de Valašské Meziříčí. El singular «edificio» está formado por un total de cincuenta y siete árboles. El resultado será una frondosa catedral de manzanos, álamos y robles.
El proyecto, único en la República Checa, se creó cerca de Valašské Meziříčí, bajo la cima de la colina Helštýn. La catedral arbórea está formada por 57 manzanos, álamos y robles. Estos árboles, dispuestos unos junto a otros según un plan arquitectónico, acabarán formando una catedral.
El proyecto de la Catedral Floral fue creado por su autor Jiří Černický como una mirada retrospectiva a la historia de la arquitectura. Para nuestros primeros antepasados, una arboleda, un bosque u otro lugar en la naturaleza era sagrado. La arquitectura antigua y medieval se basaba en este concepto, y los constructores de catedrales utilizaban la estructura de los robles. Jiří Černický ha aprovechado esta experiencia histórica en el siglo XXI para devolver la arquitectura al bosque y crear una catedral de árboles.
El singular edificio verde se complementará con una pradera florida. El proyecto incluye también un arboreto de antiguas variedades de árboles frutales: manzanos, perales, ciruelos y cerezos.
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